martes, 29 de junio de 2010

En la vida se plantean problemas que a veces nos damos cuenta del peligro que entrañan y otras veces pasan desapercibidos, muchas veces al volver a casa después del trabajo podemos sufrir un accidente no siempre depende de la mala suerte o de la casualidad. más bien depende generalmente, de una actitud de cuidado y respeto a la vida, a la propia y a la de los demás. Hay personas que tienen esta actitud de respeto a los riesgo que nos rodean. No tiene nada que ver con lo aprendido en los colegios ni con la cantidad de títulos académicos.
Hace unos días vi un documental en la televisión y me impacto, en Francia tienen un programa en las escuelas donde los niños estudian seguridad en el trabajo, seguridad vial, seguridad alimentaria, etc. Resulta que ellos no necesitan gente que vigile a los ciudadanos, los ciudadanos son los responsables de hacer las cosas bien hechas, no ocurre como en España que para todo necesitamos que nos lleven de la mano, siempre que hacemos algo, tenemos que estar vigilados, porque no somos responsables.
Estamos rodeados de riesgos en todas partes pero cuando realizamos actividades en una obra o en puesto de trabajo, esos riesgos crecen de manera desorbitadas.
Por ello debemos ser responsables y no cometer imprudencias pensando que no va a ocurrir nada. Lo mejor es ser responsables con nosotros y con nuestros compañeros, para ello debemos utilizar todos los medios que nos pongan a nuestro alcance.

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